jueves, 10 de noviembre de 2011

HARDT Y NEGRI, 7 de octubre, 2011 (Madrid, Tabacalera).

Como hemos dicho en la entrada anterior, el pasado 7 de octubre, un día después de la conferencia en el MNCARS, tuvo lugar en La Tabacalera un seminario sobre problemas y desafíos del 15M a partir de preguntas planteadas por Hardt y Negri a los participantes. Aquí puedes descargarte el documento con el resumen de dichas intervenciones y una traducción íntegra de las que realizaron Hardt y Negri para cerrar el acto, que te adelantamos nosotros ahora mismo para no despertar tu impaciencia:

Michael Hardt: Cuando se va a una conferencia, raramente se aprende algo. Esta vez ha sido distinto. Hay dos cosas que querría comentar. En primer lugar, que en buena parte de las intervenciones se veía una notable preocupación por el fracaso o el éxito de las manifestaciones. Podría decirse que ha habido éxito, en relación con el proceso de politización de las personas, lo que me parece esencial. Es difícil, no sé si es útil y, en todo caso, aún es pronto para hablar de éxitos o fracasos. Otra cosa que quería destacar es el deseo de probar nuevas formas de institución, la relación, digamos, con una nueva democracia, el deseo de no institucionalizarse de forma burocrática, tradicional. Tengo que reflexionar más, pero todo esto ha sido muy rico, muy interesante.

Toni Negri: Permitidme que repita cosas que ya dijimos. Y gracias a todos. Michael y yo estamos trabajando, hace ya algunos años, en un proyecto de constitución, para ahora, para ya. Lo que me impresiona es la coincidencia de puntos. Me gustaría mucho que se hiciese un resumen de lo que se ha dicho aquí, para que podamos relacionarlo con un esquema teórico, que no se superpone, sino que compone lo que se ha dicho aquí. La teoría no determina la práctica, pero hay muchas relaciones, como bien saben los muchos spinozistas que hay aquí [risas].

La historia de las constituciones parece siempre muy abstracta, pero es muy concreta. Una compañera recordó aquí que ya la Magna Carta, que regulaba los derechos y libertades, estaba asociada con otra constitución, relativa al uso de los bosques. Esto se está redescubriendo hoy: se buscan nuevos derechos, esa apertura que estáis experimentando, algo verdaderamente nuevo, en tanto que hoy vivimos la apertura de las plazas. El redescubrimiento de estar juntos se conecta con algo nuevo. Son cosas completamente nuevas.

Alguien habló de Cochabamba, de las comunas ¿Qué es el común? Algo que no es privado ni es público ¿Cómo se constituye el común? ¿Cómo se institucionaliza? ¿Cómo se convierte en algo de todos, de manera continua, permanente, sistemática? Creo que estas preguntas ya están en vuestros discursos.

Hoy se trata de imaginar un contrapoder, lo que no significa oponerse a un poder de manera simétrica. Significa imponer la asimetría a la confrontación, una asimetría que tiene que ser impuesta a lo privado, con los derechos del común, de un común construido contra lo privado, es decir, contra la explotación, el endeudamiento, la alienación, la mediatización, el encarcelamiento, el empobrecimiento, el desclasamiento, y todo lo que hoy esta sociedad produce.

Tuve la suerte de estar en Sevilla durante la “acampada” del 15 de mayo. Lo que más impresionaba era la medida en que el movimiento 15M fue capaz de llenar un vacío político, lo que sucedió casi de forma milagrosa. Ese vacío político existe hoy en todas las constituciones occidentales. Desde ese punto de vista, tiene razón el compañero colombiano, que dice que debéis entender que lo que estamos haciendo tiene vinculación con lo que ya se viene haciendo durante los últimos veinte años en América Latina, lo que, no obstante, no resolvió todos los problemas. Pero no hay duda de que lo que hoy vemos en el mundo tiene correspondencia con la experiencia argentina, boliviana, y con la gran experiencia brasileña, de transformación del movimiento obrero, por parte de Lula y con el gran apoyo del gobierno; son, todas ellas, grandísimas experiencias de nuevas gestiones del común, y de transformación radical de las constituciones, sobre todo –evidentemente- de las constituciones coloniales. Y también vivimos un proceso de transformación de las constituciones democráticas. De las constituciones que nos enseñaron en el siglo XVIII. Se acabó ese periodo de dominio de la burguesía, y también de la propiedad privada. Se acabó. Lo que os digo es: avanzad en la construcción del común.

Fue bellísima la intervención de la compañera de Barcelona; creo que hablaba de esa especia de “nuevo clima” que no tiene forma, que no se encuentra rápidamente, que se va construyendo en la conciencia, en esa directa e inmediata transformación del lenguaje, inmediata transformación de la pasión, un estar juntos que no es un estar juntos amoroso o erótico, sino que es algo profundamente, amorosamente, constructivo, algo que llamamos “creacionista”, es algo innovador, profundamente materialista.

Otra relación que me parece interesantísima, y que también se vio en las discusiones, es la relación entre lo pequeño y lo grande.

La reconquista, por ejemplo, de puntos de anclaje en la ciudad, en las plazas, en los pueblos. Es extremadamente importante, porque son momentos centrales de adhesión, pero que se expresan como una representación que ya no es una representación del poder que captura. En la bellísima definición de Carl Schmitt –gran fascista, pero realista- se dice que “la representación es la ausencia”. Es la representación burguesa: la presencia de la ausencia.

¿Cómo se transforma una ausencia en una presencia? Esta cuestión es fundamental: la reapropiación de la representación ¿Cómo nos reapropiamos de la ausencia?

En Italia, en los años ‘60 y ‘70, nos reapropiamos de todo lo que nos podíamos reapropiar con las manos ¿Cómo nos reapropiamos con la cabeza, con el cerebro, con la voluntad, con la inteligencia? Esto es fundamental ¿Cómo nos reapropiamos de esa representación por ausencia, que, de hecho, está ocupada por la propiedad privada, por el mando dictatorial, por un mando completamente externo, disciplinario, de control, que viene de afuera? ¿Cómo se reinventa la autonomía? Porque la autonomía no está dada. Tenemos que construirla. Siempre hay tensión entre la autonomía y el común. Siempre es un par: por una parte, la autonomía; por otra, el común. Y no se confunden: se construyen mutuamente. El pequeño común, que debe tener una presencia, y, por otra parte, el welfare, que tenemos que construir por completo.

La gran diferencia entre lo que se aprecia aquí y lo que se aprecia en Italia es que en Italia todavía sobreviven los grupos. El movimiento aún no dio el salto hacia un orden sin liderazgos, no estructurado, con un programa que nazca de forma autónoma; en Italia aún son burocráticos. No conozco vuestra situación, pero no soy optimista. No entiendo esa idea de que, con la victoria de la derecha, el movimiento pasará a ser, di se y per se, más fuerte. No lo creo, porque me parece que el enfrentamiento daña, y hay muchas pruebas de ello, no sólo en Italia, de extremismos que no son beneficiosos; sobre todo, no son beneficiosos para nosotros. El enfrentamiento de fuerzas no conducirá a un cambio pacífico. Es algo que debemos evitar, si fuese posible. Muchas gracias.

Y el vídeo...


3 comentarios:

José Luis dijo...

El enlace que hay en esta entrada está mal.

José Luis dijo...

Sobre el tema de que la representación es la ausencia (Schmitt): http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-182207-2011-11-28.html

seminario#hardtynegri dijo...

Sí, hace días que el enlace a la universidad nómada no funciona. En cuanto a la entrevista, la teníamos archivada. Gracias.